COMENTARIO
Es interesante ver que desde que nacemos, venimos con la capacidad de percibir, ya sean situaciones físicas, emocionales o conductuales, pero siempre tomando un concepto de algo o de alguien. Muchas veces actuaremos en dirección de nuestra percepción y no del razonamiento, provocándonos esto, grandes problemas.
La percepción forma parte de nuestra vida, a lo largo del día nosotros percibimos una serie de aspectos físicos y comportamentales de cada persona que nos rodea y, en parte nos da un concepto inexacto de cómo es en realidad.
Quizá califiquemos a algunas personas de inmaduras, tan solo percibiendo sus actitudes que muestran hacia nosotros, o quizá podremos calificar a otra persona de bondadosa al verla compartir con los demás, pero no está en nuestra percepción la plena verdad, sino en el conocer directamente a la persona. Puede sonar extraño, pero lo que percibimos de alguien o de algo es momentáneo y puede ser modificado por conductas futuras.
Asi que, si bien podemos percibir algo, que así sea, pero que esa percepción no sea motivo para generar una idea errónea de alguien, actuando de manera sabia ante la situación y no guiándonos tan solo por aspectos perspectivos sino también por aspectos analíticos.
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